Ayer cometí un error imperdonable, cosa que es verdaderamente insólita, puesto que yo soy un genio que nunca comete errores, jamás. Como me tienen seco con el puto “Deyvis” Orozco por aquí y “Bomboncito” por allá, decidí ver por una sola vez la gran producción de Michelle Alexander, prolífica creadora de bodrios cada cual mas vomitivo que el anterior. Grave error. Lo que sucedió a continuación fue el episodio más doloroso de mi vida. Creo que si hubiera puesto mi guasamandrapa en un perol de aceite hirviendo, hubiera sido menos el dolor comparado con lo que sentí viendo esa porquería infame.
Para empezar, ¿a quién mierda piensan sorprender? El final de la novela ya se sabe. La misma mierda que ver
El bodrio entero, con todos sus capítulos, se puede resumir como una gran propaganda de una hora de duración a Kola Real, aceite Cocinero, fideos Lavaggi entre otros productos de cuarta como los anteriores. El único que si es de la puta madre es el de Quacker, porque la avena Quacker si es de la puta madre y además así lo digo yo. Entonces, para hacer una sinopsis de esta abominación, sería algo más o menos así:
-Aparece una chica con cara de Sarita Colonia que no se quita un puto delantal que dice “LAVAGGI” grandote, como si en los ochentas hubiese sido muy popular esa marca, dice un par de frases cojudas y sin sentido y decide ir a la bodega de Manolo Rojas, donde continuará la fascinante trama ¡Qué genial idea! ¡Que no se quite ese puto delantal ni para bañarse, nadie se va a dar cuenta!
-Se hace un paneo, enfocando una mesa donde habrá de todas maneras una botella de KOLA REAL a medio tomar, se quedará la toma congelada en la botella como unos diez minutos, mas o menos, y así sin mas ni mas, sale el tipo que hace del fulano Orozco, uno que tiene nariz de pájaro, habla como Ricky Tosso cuando hacía de pituco cualquier cojudez como “que rica es
-Llega Sarita Colonia (no se ha quitado el delantal de mierda) a la tienducha de Manolo Rojas y lo encontrará a este pensando “¿Dónde pongo esta botella de ACEITE COCINERO?” a lo que ella le dirá: “Don Chucha ponga su botella de ACEITE COCINERO en aquella repisa, donde se encuentran los otros ACEITES COCINERO”. Fin del capítulo y de la novela entera.
Ahora Uds dirán que lo que digo es pura mierda de mi imaginación, que es imposible que todos los capítulos sean iguales. Obvio que no bestias de mierda, está de mas decirlo. Por ejemplo: habrán cameos de Carlos Galdós y su servidor, donde saldré dándole de puntapiés en la cabeza hasta partirle el cráneo. También habrán momentos cómicos donde saldrá una batería caza huevones que escuchan Studio 92 y les darán muerte a todos los que se crucen en su camino. De ahí nada cambia. Todo será igual.